domingo, 11 de noviembre de 2012


HISTORIAS INVISIBLES
 (Texto extraído
del capítulo I de "Historias invisibles" de C. Galán)
Ceuta, martes, 13 de noviembre de 2007

CAPÍTULO I

-¿Les pongo algo? -Interrumpió el camarero.
-¡Eh..., sí! Dos cañas y dos pinchos de tortilla; por favor!! ¡Ah! Y unos chipirones a la plancha -se miraron y reanudaron la charla.
-Como te estaba contando...

Tras el gran ventanal del bar se podía percibir una Gran Vía, viva; con el gentío característico de esas horas. Radiante; iluminada por el agradable y acariciador sol de mayo.
En el interior Íker y Santiago conversaban tranquilamente -entre sonoras carcajadas- recordando "algunos momentos", mientras degustaban el tapeo típico madrileño.
Entre el bullicio del bar se podía distinguir el chotis "Madrid, Madrid, Madrid" en la vieja máquina de discos.
No muy lejos de allí; en la fuente del mismo no nombre "La Cibeles" sonreía..."La novia de la gente" parecía estar al tanto de aquel feliz encuentro. Ellos continuaron...

-Camarero...-gritó Íker desde la mesa.
-¡Sí!-respondió el camarero desde la antigua barra de madera y azulejos.
-¿Nos pone otras dos...? ¡Oiga! Y unos callitos, ¡eh! -solicitó Íker, insistente.
Mientras tanto, Santiago observaba curioso y divertido el deambular de la gente en la calle. Se giró para continuar con la charla, y su rostro delataba una gran felicidad. Íker lo miró fijamente. Una leve pero grata sonrisa se dibujó en sus labios y alzando su vaso de cerveza lo invitó a brindar por aquel preciso instante; por aquel encuentro.
Alguien acababa de seleccionar un nuevo disco en la máquina...

“El ring del teléfono sonó ensordecedor en aquel inmenso y frío salón de hotel, a esas horas de la madrugada.
Íker se levantó del sofá sobresaltado y confundido. Se dirigió veloz a recepción para atender la llamada. Habían colgado...Encendió un cigarrillo y miró su reloj. Faltaba poco para amanecer. Poco para salir de aquel antro donde trabajaba cada noche...Y mientras observaba la máquina de café -aún casi dormido- recordaba aquel agradable sueño, y en sus labios se dibujó una dulce sonrisa...A fuera llovía. Era noviembre..."
                                                                                                                        ¿CONTINUARÁ?

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